Desde nuestra infancia traemos heridas emocionales que si no buscamos la manera de restaurar, nuestro niño interior permanecerá dañado y es algo que debe comprenderse para sanarlo.
Cuando sientas una emoción que no te hace sentir bien, es necesario que te preguntes el porqué te sientes así. Dejar fluir dentro de ti el miedo, la tristeza, la ira, la envidia… Una persona NO consciente ignora este tipo de emociones. Pero una persona que está en un camino de despertar de conciencia SÍ las procesa. Hacer este simple ejercicio es entrar de nuevo a esa edad donde copiamos todo: Nuestra niñez. Porque allí fue donde se originaron estas emociones.
Aquí relacionamos nuestras emociones con lo que se anidó en nuestro ser desde pequeños y es justamente desde allí donde surge ese llamado de un ego cansado de sufrir y que ha colapsado.
Sanar tu niño interior es despertar conciencia
Tener conciencia te llevará a una transformación, a una verdad, a un encuentro contigo mismo, a una libertad.
En ese preciso instante tienes la gran oportunidad de identificar cuáles son tus traumas, tus fobias y tus heridas. Claro, a veces no es fácil descubrirlas porque algunas necesitan de más tiempo. Por eso necesitas herramientas o métodos prácticos que te ayuden a identificar todo ese dolor que cargas en tu alma.
Imagina que la grandeza que tienes dentro es un hermoso diamante. Pero está cargado de suciedad y telarañas que no dejan ver su magnífico esplendor y belleza.
Ese diamante tú y yo lo tenemos. Todos lo tenemos. Y si, está así tal cual: Oculto. Cada suciedad y telaraña es algo que debemos aprender en la vida. Son las heridas emocionales que tenemos que limpiar para poder descubrir nuestra GRANDEZA. Ese hermoso camino de descubrimiento se llama DESPERTAR CONCIENCIA.
Hoy te propongo un ejercicio:
Escribe todo lo que quieres ser. Haz una lista de quién serías en tu mejor versión. No hablo de lo que quieres tener. Hablo de lo que quieres SER.
Escríbelo en tiempo presente. Un ejemplo:
“Soy la mujer más segura del mundo.”
“Soy una corriente de alegría y felicidad. Sonrío todo el tiempo”.
“Creo en mi más que en cualquier otra persona. Estoy segura de mis capacidades y lo que puedo lograr.”
Ahora dilo en voz alta y siente que de verdad ERES eso que escribiste. Permite que esa sensación recorra todo tu cuerpo y continua con la siguiente declaración hasta terminar con todas las que escribiste.
Haz este ejercicio todos los dias. Y CRÉEME eso que escribiste YA ERES. Es ese diamante del que te hablé. Solo debes empezar a trabajar adentro para que deje de estar oculto.
Te invito a que me sigas en mis redes sociales para que juntos descubramos cómo ir limpiando cada telaraña que rodea tu GRANDEZA.